Ellos, dejándolo todo, le siguieron


Mateo 4, 18-22
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Seguidme y os haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo siguieron.

Reflexión
Jesús continúa llamando hombres y mujeres, pues como él mismo lo dijo: "la mies es mucha y son pocos los trabajadores". Tú, como yo, hemos sido llamados a cooperar con él para "pescar hombres", para anunciar la buena nueva del evangelio.
Todas las vocaciones en la iglesia tienen como último propósito la construcción del reino. Tanto el sacerdote, como el casado, así como aquellos que deciden consagrar su vida en celibato, estamos comprometidos a mostrar en nuestra vida la presencia de Dios, esto implica DEJAR TODO lo que pudiera ser contrario a ella.
La invitación permanece abierta y cada vez más apremiante. Ojalá y cada vez haya más hombres y mujeres que decidan seguir con radicalidad y con amor a Jesús y aceptar su llamado de amor.

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