Entra en lo más secreto de ti y ora. (Mateo 6,1-6.16-18)


A Dios le gustan poco las apariencias y los que viven de apariencias. En el cielo no hay salas de maquillaje ni tiendas de trastos para poder aparentar. Las “apariencias” las crea la sociedad de consumo y las ideas falsas que nos hacemos de nosotros mismos cuando nos creemos que somos algo. ¡Qué bien se nos da disimular! Hay maquillajes o disimulos ordinarios: “¡Límpiate, que no te vean que tienes ojeras, o que has llorado, o que tienes el alma por los suelos!”. Y hay otros que nos hacen vivir de manera falsa, doble, al margen de nuestras posibilidades...

Dios “cala” el corazón. Dios está en el secreto, en lo escondido, en lo que se hace con corazón y nadie lo ve, solo los perciben los de mirada de profundidad...

A Dios no le interesa que cambies de aspecto, ni que disimules. A Dios le gustas tal como eres. Si te enfundas disfraces y apariencias nunca aceptarás la realidad, nunca cambiarás ni removerás el corazón...

Dios ve lo escondido. Nada de lo que haces y los otros no ven, se queda sin ver a los ojos de Dios. Tantas veces te quejas de cosas que haces, de detalles que cuidas y que, sin embargo, la persona en quien pensabas no los ve, no los aprecia... Que sepas que nada de lo mejor tuyo pasa desapercibido para Dios. Nada. Los ojos de Dios llegan al secreto del corazón y leen tus y mis secretos. Dios no es Dios de apariencias.

Dios anda por los secretos de nuestro corazón...

3 comentarios:

  1. DIOS CONOCE NUESTRO CORAZÓN Y NO PODEMOS APARENTAR EL LO CONOCE TODO

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  2. Cierto no mejor imagen que la que Dios. ha puesto en cada uno de nosotros..

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  3. Mil gracias, muy buena publicación sobre todo en este tiempo de cuaresma
    Gracias

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