Dos no pelean si uno no quiere

Dos anacoretas vivían juntos sin haber discutido nunca. Uno de ellos dijo: - <<Yo creo que, como todo el mundo, deberíamos tener una discusión >>.
- << Si te parece bien, pues adelante, pero no sé cómo empezar >>, repuso el otro.
- << Sencillo: ves este ladrillo, pues yo voy a defender que es mío y no tuyo >>.
- << Ciertamente, repuso el otro, ese ladrillo puede ser tuyo, porque yo no estoy muy seguro de que me pertenezca a mí >>.
- <<Sí, es mío y siempre lo ha sido >>.
- << Entonces - replicó el otro - cógelo si así es >>.
Y aquellos anacoretas no lograron discutir nunca.

(Anónimo del s. IV)

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