Yo soy el Don de la Piedad


Soy la PIEDAD, estoy muy feliz de que me hayas convocado a este momento tan significativo en la vida de los cristianos, un cumpleaños de nuestra Madre Iglesia.
Estoy presente en tu vida cotidiana, para que puedas amar fielmente a Dios, para que comprendas y respetes las cosas de Dios, también para que ames nuestras prácticas religiosas que sin duda nos ayudan a acercarnos mas a Dios.

Estoy presente en la oración de los cristianos, allí donde dos o tres se reúnen en oración; también estoy el lecho de los enfermos que en su dolor  y sufrimiento invocan la acción de Dios en sus vidas; en la dueña de casa que con afán bendice a sus hijos y los encomienda a Jesús. 

Cuando te encuentras en un lugar solitario mirando una hermosa puesta de sol, o admirando la creación  y recuerdas elevar una acción de Gracias por las maravillas de Dios.

Cuando te acercas al sacramento de la Reconciliación, para encontrarte con Dios Padre pidiéndole su perdón y el te llena de su infinito amor y misericordia.

También cuando crees que Dios te ha abandonado, allí estoy soplando alientos de vida y esperanza, soplos de piedad, soplos de amor, alientos para seguir caminando.

“Pide y recibirás, busca y encontrarás, llama y se te abrirá porque todo el que pide recibe, y el que busca encuentra y el que llama se le abrirá “ Mt.7, 7-8.

Ahora quiero pedirles que oremos juntos el salmo 139 (138). En nombre de todas y todos los laicos  comprometidos  en el mundo de la política, la economía, en la construcción de la sociedad, para que sus intenciones  y acciones correspondan a los que creen.

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