El cubo de Rubik es uno de los juegos de inteligencia más difíciles de realizar.
Consiste en igualar los colores de cada lado consiguiendo armonizar las nueve piezas que contiene.
Para realizarlo se necesita concentración, constancia y mucho interés.
El cubo de la imagen es "original" pues en ella aparecen la palabra "Jesús" y "Amor" descolocadas.
Hay numerosas guías que explican paso a paso la forma de conseguir unificar los lados pero... ¿qué sentido tiene no descubrir por nosotros mismos la forma de alcanzar el objetivo de completar el cubo?
Del mismo modo, conseguir unificar a Jesús en mi vida es una tarea diaria en la que, si presto atención, iré descubriendo los pasos de Amor que debo dar para alcanzarle.
No hay guías para vivir desde el Amor, tan sólo la Palabra de Dios hecha vida en mi vida... ¿no es la mejor guía?
Podemos bloquearnos al realizar esta acción, podemos paralizarnos, podemos desanimarnos o confundirnos pero... antes o después descubriremos que vale la pena el tiempo dedicado a ese "encuentro con Jesús" porque nos ayudará a amar de una forma libre y gratuíta.
Encar
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