Pensamos que la vida es una linea recta o, como mucho, una linea con curvas y caminos cruzados. Pocas veces pensamos en la circularidad de la vida pero es posible que esta sea una círculo en el que el comienzo lo inicia Dios y en el final lo cierra Dios.
Cuando nacemos nos sentimos inseguros y solos, nuestro cuerpo se va desarrollando en alma de niño, somos ingenuos, alegres, no damos importancia a las cosas, no entendemos de peligros, somos amigos de todos, vivimos un mundo de fantasía.
Con el paso de los años trabajamos, nos preocupamos por casi todo, los proyectos se vuelven metas difíciles de alcanzar, las amistades se rompen y surgen otras nuevas, la tristeza nos invade ante los sufrimientos...
En el declive de la vida alcanzamos la serenidad, la calma, dejamos de dar importancia a las cosas superficiales, recuperamos la ingenuidad, hacemos fiesta de las cosas sencillas, podemos sentirnos solos o inseguros, vamos recuperando ese mundo fantástico que hace de cada día una oportunidad de vivir...
La vida es circular, sí.
Encar
www.reflejosdeluz.net
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