Un viejo trabajaba en la leña, plantando palmeras y cedros. Le dijeron:
- << ¿Por qué trabajas siendo tan viejo? >>... << Estás plantando árboles de los que ni gozarás su sombra, ni comerás sus frutos >>.
El viejo respondió sonriendo:
- << Si el Señor me considera digno, comeré y descansaré a su sombra. Si no, como mis padres trabajaron para mí, yo trabajo para mis hijos >>.
(Anónimo judío)
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