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Las leyes de la comunicación

Aquel joven era consciente de la importancia de la comunicación, y al mismo tiempo sabía lo difícil que resultaba entrar en comunicación con la otra persona; sin embargo sentía la necesidad de la misma para «poder ser persona».
Por ello un día se dirigió al sabio del lugar a preguntarle:
- << ¿Cuál es el secreto de la auténtica comunicación? >>
- << Entra primero en el silencio para conocerte >>.
Después de un tiempo, el joven regresó contento a buscar al sabio:
- <<He conseguido entrar en la soledad y he podido conocerme en profundidad. ¿Estoy maduro para la comunicación?... >>
- << Ahora -repuso el sabio- te queda lo más importante: salir de ti mismo y ponerte en el lugar del otro. Sólo entonces sabrás comunicarte >>.

(Sobre una idea de Vidal Ayala)

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