Desde el aeropuerto Antonio Maceo de Santiago de Cuba, el Papa recibió el saludo del Presidente Raúl Castro y los honores de las fuerzas armadas por su condición de jefe de estado.
En su breve discurso, recordó que “para muchos, creyentes o no”, el ejemplo y enseñanzas de Juan Pablo II “constituyen una guía luminosa que les orienta tanto en la vida personal como en la actuación pública al servicio del bien común de la Nación”.
“Su paso por la isla fue como una suave brisa de aire fresco que dio nuevo vigor a la Iglesia en Cuba, despertando en muchos una renovada conciencia de la importancia de la fe, alentando a abrir los corazones a Cristo, al mismo tiempo que alumbró la esperanza e impulsó el deseo de trabajar audazmente por un futuro mejor”.
Puede leer el discurso completo en
http://www.aciprensa.com/Docum/documento.php?id=452
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