Subidas y bajadas


Las subidas y bajadas en nuestra vida son parte de la existencia.

Lo normal es tener altibajos. Todos somos vulnerables al dolor, la soledad, la compasión, la inseguridad, el miedo… o por el contrario… todos somos sensibles al amor, la alegría, el esfuerzo, cariño o libertad.

Nuestro electrocardiograma no es otra cosa que la representación gráfica de la actividad eléctrica de nuestro corazón y en él tenemos momentos de subida y de bajada, pero si nos fijamos… la línea nunca es recta porque eso significaría «inactividad» y muerte.

Del mismo modo, lo que somos y vivimos siempre oscila entre la alegría y la tristeza, entre los problemas y las soluciones… ¡Qué importante que en la oscilación de nuestro corazón nunca estemos solos! ¡Qué importante que las bajadas sean acompañadas por quien nos quiere y las subidas sean celebradas con todos aquellos que nos encontramos!.

La vida nunca discurre sola, somos seres sociales y empáticos donde la cercanía, ayuda y consuelo es fundamental en esas bajadas y compartida en sus subidas.

Hoy nuestro corazón palpita, y eso significa que estamos VIVOS. Dios nos regala cada día la VIDA.

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No dejes pasar la vida


No dejes pasar la vida sin vivirla a tope.

El tiempo pasa sin darnos cuenta y cuando menos lo esperamos ya somos «mayores» para realizar algunas cosas que siempre quisimos hacer.

Cada momento tiene su afán y cada día es una oportunidad de realizar tus proyectos con entusiasmo  e ilusión.
Cuando eres joven todo lo ves muy lejano, parece que el tiempo nunca terminará, pero… la vida puede cambiar en tan sólo un instante.

Acoge la experiencia y sabiduría de los que te preceden, es mucho lo que pueden enseñarte.

Acoge también la vitalidad de los que van detrás de ti, puedes ayudarles a recorrer su camino.

La experiencia es «la madre de la ciencia» así que, mima tus experiencias con cariño como aquellos momentos que la vida ha puesto en tus manos para crecer, madurar y ser más feliz.

Mira de frente a la vida, es mucho lo que quiere ofrecerte independientemente del tiempo pues… el tiempo es algo pasajero pero… la pasión por la vida es algo que puede morar siempre en tu corazón.

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Somos luz cuando apostamos por la paz


Cuando apostamos por la paz, nos convertimos en portadores de una luz serena y poderosa que ilumina incluso los rincones más oscuros de la humanidad. En lugar de elegir la confrontación, optamos por la comprensión y la reconciliación, despejando el camino hacia un mundo más armonioso. Somos luz al priorizar el diálogo sobre la discordia, construyendo puentes en lugar de muros.

La apuesta por la paz implica un compromiso valiente con la resolución pacífica de conflictos, reconociendo la humanidad compartida que nos une más allá de nuestras diferencias. Esta luz que irradiamos es un faro que guía a otros hacia la compasión y la cooperación. Apostar por la paz implica una firme creencia en la capacidad de la humanidad para superar sus desafíos a través del entendimiento mutuo.

Cuando optamos por la paz, también cultivamos un entorno propicio para el crecimiento y la prosperidad. La luz que compartimos en este compromiso crea un espacio en el que florecen la creatividad, la solidaridad y la innovación. En lugar de invertir energía en conflictos destructivos, dirigimos nuestra luz hacia la construcción de un tejido social más fuerte y resiliente.

La apuesta por la paz es un acto de resistencia contra la violencia y la intolerancia. Al elegir la paz, desafiamos el ciclo de retaliación y abrimos la puerta a un ciclo de perdón y reconciliación. La luz que emanamos en este proceso actúa como un faro de esperanza, recordándonos que, a través de la paz, podemos construir un futuro más luminoso y prometedor.

En resumen, somos luz cuando apostamos por la paz. Esta elección consciente no solo influye en nuestro entorno inmediato, sino que también tiene el potencial de inspirar a otros a seguir el mismo camino. La luz de la paz es un recordatorio de que, en la búsqueda de la armonía, encontramos una fuerza transformadora que puede iluminar el camino hacia una coexistencia pacífica y significativa.

Cuenta conmigo, Señor


Señor, hazme instrumento de tu paz,

donde haya odio ponga amor,
donde haya ofensa perdón,
donde haya error ponga yo verdad.

El mundo necesita personas,
que no se guíen por dinero, bienestar y poder.
CUENTA CONMIGO, SEÑOR.

El mundo necesita personas
que pongan al hombre como centro
de las personas, de los grupos, de la sociedad.
CUENTA CONMIGO, SEÑOR.

El mundo necesita que el amor
sea el motor de sus acciones,
el motor de su historia.
CUENTA CONMIGO, SEÑOR.

El mundo necesita personas
que hagan fraternidad donde estén,
que se dejen de palabrería y ayuden a solucionar
los problemas concretos de los hermanos.
CUENTA CONMIGO, SEÑOR.

El mundo necesita personas
que lo den todo por el evangelio:
alma, vida y corazón,
y se pongan sin reservas al servicio de los demás.
CUENTA CONMIGO, SEÑOR.

El mundo necesita personas
que anuncien con su palabra y con su vida
que el único salvador, que la única libertad
está en Jesús de Nazaret.
CUENTA CONMIGO, SEÑOR.

No te rindas


No te rindas,

Aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos
Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños

Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.

Mario Benedetti

Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero

Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz.
Son como el monótono discurso de la lluvia, la indumentaria elástica de la paloma y el báculo del mar.
Las aspas del molino soñarán con el aire impetuoso que absuelve la maleza del campo,
mientras el labriego esparce la semilla de la consolación y brotan las lujuriosas hortalizas.

Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz.
El pescador heroico recogerá las redes de fulgor plateado y ensalzará las olas.
Se aplacará la violencia hostil de los relámpagos y la luna allanará la senda del pastor solitario.
Nacerá la concordia en los barrios sombríos sin otro atenuante que el chorro miserable
de la fuente, sellada en el tiempo de sequía, y se amontonarán las hojas de los álamos.

Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz.
No habrá ningún caballo que muera de tristeza ni un breviario escondido en el atril del templo,
ni la carta patética de un niño paralítico perdida en el buzón del tiempo malogrado.
Conmoverá el austero Sermón de la Montaña hasta alcanzar el íntimo territorio del hombre.
Se encenderán las lámparas de los orfelinatos y su luz compasiva reconciliará la tierra.

Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz.

Recursos para celebrar el día de la paz en la escuela

Os enviamos algunos de los recursos de Reflejos de Luz para trabajar el día escolar de la paz (30 de enero)





Oración por la Justicia y la paz

Señor, tú dijiste que cuantos trabajan por la paz serían llamados hijos e hijas  de Dios;
Concédenos entregarnos sin descanso a instaurar en el mundo la única justicia que puede garantizar a los hombres y mujeres la verdadera paz.

Señor, que con tu amor paternal gobiernas el mundo, te rogamos que todos los hombres a quienes diste un idéntico origen, constituyan una sola familia en la paz y vivan siempre unidos por el amor fraterno.

Señor, creador del mundo, bajo cuyo gobierno se desarrolla la marcha de la historia; atiende nuestras súplicas y concede la paz a nuestros tiempos difíciles.

Señor de la Paz, tú eres la misma justicia: por eso el hombre violento no te comprende ni el corazón cruel te acepta; haz que los buenos perseveren en el bien y los que están enfrentados recuperen la paz con el olvido del odio…Amén

La paz vendrá

LA PAZ VENDRÁ. Si crees que la sonrisa es más fuerte que las armas.
Si crees en el poder de una mano tendida.
Si crees que lo que aúna a los hombres es más fuerte que lo que les separa.

LA PAZ VENDRÁ. Si crees que ser diferente es una riqueza y no un peligro.
Si sabes mirar a los otros con un poco de amor.
Si prefieres la esperanza a la sospecha.

LA PAZ VENDRÁ. Si estimas que debes dar el primer paso para acercarte al otro.
Si puedes alegrarte de la alegría de tu vecino.
Si la mirada de un niño puede, todavía, desarmar tu corazón.

LA PAZ VENDRÁ. Si la injusticia que padecen los otros te duele tanto como la que tú sufres.
Si sabes aceptar que el otro te haga un servicio.
Si crees que el perdón va más allá que la venganza.

LA PAZ VENDRÁ. Si sabes cantar la alegría de los demás y danzar su fiesta,
Si puedes escuchar la desdicha que te hace perder tu tiempo y permanecer con la sonrisa en los labios.

LA PAZ VENDRÁ. Si sabes aceptar la crítica sin defenderte.
Si crees que los demás te pueden ayudar a cambiar.
Si no te escandaliza el Evangelio.

Cuidemos la paz


Manifiesto para el Día Escolar de la Paz y la No violencia

En la Ciudad de ..., donde vivimos y estudiamos, donde nos divertimos y nos formamos como personas, estudiantes y profesores del Centro Educativo .... , en este 30 de enero, Día de la Paz y la No Violencia del año ... ,
acabamos de hacer una cadena abarcando nuestras calles, nuestras casas y mercados.
Es la cadena de la Paz, de la solidaridad entre nosotros y del respeto a todos los hombres con sus particularidades y diferencias.

Conscientes de que habitamos un mundo con demasiadas experiencias de guerra y de violencia.
Sabiendo que en el siglo veinte se han vivido en Europa las peores guerras de la historia que no
queremos que vuelvan a repetirse. 
Conociendo por propia experiencia, y por las noticias de todos tos días, que la violencia sigue estando presente en nuestras ciudades y hasta dentro de las escuelas y de las familias,

EN EL DÍA ESCOLAR DE LA PAZ Y LA NO-VIOLENCIA
nos manifestamos y nos pronunciamos:

Somos los niños y jóvenes que integrarán la sociedad del siglo XXI y soñamos con un planeta en armonía entre las gentes y paz entre los pueblos.

Soñamos que llegará el día en que las fronteras marcarán sólo los antiguos reinos en los que se gestó una lengua y una cultura, pero no serán ya más los filtros con que unos hombres excluyamos de nuestro lado a otros hermanos nuestros.

Soñamos con el día en que los recursos de la tierra permitan a cada pueblo su propio desarrollo, cesen las explotaciones de los más fuertes sobre los más débiles y el desarrollo y la cultura sean los fundamentos de la vida de las naciones en paz.

Soñamos con que llega ya el día en que, superados los extremismos sexistas, hombres y mujeres por fin hemos madurado en tolerancia y nos miramos con ojos de total respeto y buena acogida.

Soñamos con el día en que nuestras valoraciones no tendrán en cuenta el sexo ni las razas sobre la tierra, porque la máxima importancia consistirá en ser persona humana.

Soñamos con el día en que los corazones de todos nosotros hayan superado los recelos, las envidias y las desconfianzas y en los patios de nuestras escuelas no se conozcan nunca más las peleas ni las amenazas.

Soñamos con el día en que todos los hogares sean el espacio donde los adultos cada día recobran la bondad interior y la ternura y nosotros los pequeños desarrollamos unos ojos limpios y un corazón fuerte.

Soñamos con el día en que sea necesario borrar del diccionario palabras como terrorismo, violación, narcotráfico, esclavitud... porque, después de haber caído en desuso, carecen ya de significado.

Soñamos que llegará un hermoso día en el que las montañas y los bosques, los mares y los peces, el aire, las plantas, los animales y el hombre serán pureza y armonía natural.

SOÑAMOS CON ESTE HERMOSO DÍA PORQUE LO QUEREMOS,
PORQUE EL INSTINTO DE VIDA NOS DICE QUE LO NECESITAMOS,
PORQUE DE NOSOTROS DEPENDE Y CADA DÍA SOMOS MÁS Y MÁS LOS QUE NOS
ESTAMOS CONVENCIENDO.

QUE LLEGUE PRONTO EL DÍA EN QUE TODOS, 
AL LEVANTAR LA VISTA, VEAMOS UN MUNDO NUEVO DONDE PONGA ¡SOLIDARIDAD Y LIBERTAD!

La Paz es el camino

No hay camino para la paz, la paz es el camino” 
dijo Mahatma Gandhi. 

¿Acaso importa ser blanco, negro o amarillo? 
¿Acaso importa profesar una u otra religión? 
¿Acaso importa tener más que otros? 
¿Acaso importa pertenecer a una cultura u otra? 

“Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes” ya afirmó Isaac Newton. El mundo se rige por la ley del más fuerte, del más poderoso, del más rico… Pocas veces nos preocupamos por los pobres, los marginados, los que lo han perdido todo tras la guerra, etc. Moverse por intereses propios es lo único que a veces preocupa a aquellos que gobiernan este 
mundo. 

Por ello, tomemos ejemplos de tantas persona que hacen de su bandera, de su vida, de su forma de hablar, de comportarse, un estilo no violento y orientado a la Paz. 
Aprendamos de las palabras de la misma Madre Teresa de Calcuta en las que decía que “La paz comienza con una sonrisa” . 

Nosotros hoy queremos, como Gandhi, como Teresa de Calcuta, como Jesús de Nazaret, como tantos hombres y mujeres que ofrecen su vida por la paz, reclamar al mundo que deje las guerras a un lado y que en las naciones de todo el mundo reine la PAZ. Que no se juegue con la vida de miles de personas y que no por intereses de dos o tres tengan que sufrir millones de personas. 

DIGAMOS NO A LA VIOLENCIA… SÍ A LA PAZ.

Soñamos con la paz

Somos los niños y jóvenes que integrarán la sociedad del siglo XXI y soñamos con un planeta en armonía entre las gentes y paz entre los pueblos.

Soñamos que llegará el día en que las fronteras marcarán sólo los antiguos reinos en los que se gestó una lengua y una cultura, pero no serán ya más los filtros con que unos hombres excluyamos de nuestro lado a otros hermanos nuestros.

Soñamos con el día en que los recursos de la tierra permitan a cada pueblo su propio desarrollo, cesen las explotaciones de los más fuertes sobre los más débiles y el desarrollo y la cultura sean los fundamentos de la vida de las naciones en paz.

Soñamos con que llega ya el día en que, superados los extremismos sexistas, hombres y mujeres por fin hemos madurado en tolerancia y nos miramos con ojos de total respeto y buena acogida.

Soñamos con el día en que nuestras valoraciones no tendrán en cuenta el sexo ni las razas sobre la tierra, porque la máxima importancia consistirá en ser persona humana.

Soñamos con el día en que los corazones de todos nosotros hayan superado los recelos, las envidias y las desconfianzas y en los patios de nuestras escuelas no se conozcan nunca más las peleas ni las amenazas.

Soñamos con el día en que todos los hogares sean el espacio donde los adultos cada día recobran la bondad interior y la ternura y nosotros los pequeños desarrollamos unos ojos limpios y un corazón fuerte.

Soñamos con el día en que sea necesario borrar del diccionario palabras como terrorismo, violación, narcotráfico, esclavitud... porque, después de haber caído en desuso, carecen ya de significado.

Soñamos que llegará un hermoso día en el que las montañas y los bosques, los mares y los peces, el aire, las plantas, los animales y el hombre serán pureza y armonía natural.

SOÑAMOS CON ESTE HERMOSO DÍA PORQUE LO QUEREMOS,
PORQUE EL INSTINTO DE VIDA NOS DICE QUE LO NECESITAMOS,
PORQUE DE NOSOTROS DEPENDE Y CADA DÍA SOMOS MÁS Y MÁS LOS QUE NOS
ESTAMOS CONVENCIENDO.

QUE LLEGUE PRONTO EL DÍA EN QUE TODOS, 
AL LEVANTAR LA VISTA, VEAMOS UN MUNDO NUEVO DONDE PONGA ¡SOLIDARIDAD Y LIBERTAD!

Día escolar por la paz y la no violencia


Pronto celebraremos el Día Escolar de la Paz y la No violencia, declarado por la ONU. 
En este día recordamos, que a finales de enero de 1948, fue asesinado Gandhi, quién había logrado la independencia de la India mediante la no violencia y la resistencia pacífica.
Desde el cristianismo se nos recuerda en que consiste la paz auténtica y verdadera:
1- Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los hijos de Dios. Dichosos los no violentos, los que sois mansos y humildes de corazón; los que no usáis la fuerza para hacer triunfar el derecho. Dichosos los que habéis renunciado a la agresividad y a la venganza: al “ojo por ojo y diente por diente”. Feliz el que no responde a la injuria, ni responde a la violencia con violencia. 
2- Felices los que cuando os piden, dais: los que cuando veis al que os necesita, no le volvéis la cara. Dichosos los que tenéis la paz en el corazón, porque amáis. Felices vo¬sotros. Pero más felices aún seréis si sois capaces de amar a vuestros enemigos. ¡Así os diferenciáis de los paganos! Bienaventurado el que devuelve bien por mal, amor por odio; el que rechaza el pecado, pero sigue estimando al que lo ha hecho. 
3- ¡Dichosos vosotros, los que renunciáis a hacer disparos! ¡Dichoso el que está en contra de toda guerra, de la carrera de armamentos, de la espiral del terror que está sembrando la historia de muertos! ¡Felices vosotros, los amigos de todos los hombres y de todos los pueblos! ¡Dichosos los que empeñan su vida en cambiar las bombas, los barcos, los aviones y cohetes, por pan, salud, cultura y dignidad para los hombres! 
4- ¡Dichosos los que trabajan por la paz porque ellos se llamarán hijos de Dios! 
Pidamos al Señor por las personas que en estos momentos son víctimas inocentes de las guerras, del terrorismo, de los fanatismos, del odio entre hermanos... y pedimos para ellos la paz. A nosotros haznos para los demás Instrumentos de tu paz. 

Oración por la Justicia y la paz

Señor, tú dijiste que cuantos trabajan por la paz serían llamados hijos e hijas  de Dios;
Concédenos entregarnos sin descanso a instaurar en el mundo la única justicia que puede garantizar a los hombres y mujeres la verdadera paz.

Señor, que con tu amor paternal gobiernas el mundo, te rogamos que todos los hombres a quienes diste un idéntico origen, constituyan una sola familia en la paz y vivan siempre unidos por el amor fraterno.

Señor, creador del mundo, bajo cuyo gobierno se desarrolla la marcha de la historia; atiende nuestras súplicas y concede la paz a nuestros tiempos difíciles.

Señor de la Paz, tú eres la misma justicia: por eso el hombre violento no te comprende ni el corazón cruel te acepta; haz que los buenos perseveren en el bien y los que están enfrentados recuperen la paz con el olvido del odio…Amén

Nos comprometemos a...

Nos comprometemos a proclamar nuestra firme convicción de que la violencia y el terrorismo se oponen al verdadero espíritu religioso y, condenando todo recurso a la violencia y a la guerra en nombre de Dios o de la religión, nos comprometemos a hacer todo lo posible para erradicar las causas del terrorismo.

Nos comprometemos a educar a las personas en el respeto y la estima mutuos, a fin que se pueda llegar a una coexistencia pacífica y solidaria entre los miembros de etnias, de culturas y de religiones diversas.

Nos comprometemos a promover la cultura del diálogo a fin de que se desarrollen la comprensión y la confianza recíprocas entre los individuos y entre los pueblos, porque esas son las condiciones de una paz auténticas.

Nos comprometemos a defender el derecho de toda persona humana a llevar una vida digna, conforme a su identidad cultural, y a fundar libremente una propia familia.

Nos comprometemos a dialogar con sinceridad y paciencia, sin considerar lo que nos separa como una muralla insuperable, sino al contrario, reconociendo que el confrontarse con la diversidad de los demás puede convertirse en una ocasión de mayor comprensión recíproca.

Nos comprometemos a perdonarnos mutuamente los errores y los prejuicios del pasado y del presente, y a sostenernos unos a otros en el esfuerzo común para vencer el egoísmo y los abusos, el odio y la violencia, y para aprender del pasado que la paz sin justicia no es una paz verdadera. 

Ayúdame a decir la verdad


SEÑOR...
Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes y
a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna, no me quites la razón.
Si me das éxito, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes
inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.

Enséñame a querer a la gente como a mí mismo y
a no juzgarme como a los demás..
No me dejes caer en el orgullo si triunfo,
ni en la desesperación su fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la
experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y
que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.
¡Señor... si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!

Cuento sobre la paz

Hace miles de años hubo en Asia dos príncipes enemigos que constantemente se amenazaban aprovechando el menor pretexto.

Uno de ellos decidió declarar la guerra y ordenó a los habitantes de su nación que se prepararan para luchar.

El otro príncipe aceptó el desafío. Sin embargo, como habían pasado más de quince años desde la última batalla, no recordaba dónde estaban guardadas su armadura y su ropa de combate. Cuando faltaba un día para el enfrentamiento pidió a su madre que le llevara su casco. La señora regresó con las manos vacías.

—¿Por qué no lo trajiste? —le reclamó.
—No pude cargarlo, pesa mucho —contestó ella.
—Yo mismo iré por él.
—No, por favor no lo toques —pidió la madre mientras le impedía el paso.
—¿Cómo piensas que puedo ir a la guerra sin casco? —preguntó él.
—Mira hijo, dentro de tu casco, que estaba en el patio trasero, una paloma hizo su nido, y dentro de él hay tres pequeñas crías. Las palomas son las aves de la paz: nunca hacen daño a nadie. Todos los días su madre les trae de comer lo que encuentra. ¿Cómo puedo destruir su nido? Cuando vea que quiero tomar el casco, la madre se irá volando y dejará llorando a los polluelos. Eso traerá desgracias a nuestro país..

El príncipe no quería discutir con su madre y se presentó al combate sin casco. Al verlo, su enemigo quedó sorprendido.

—¿Cómo se te ocurre combatir así?
—Mi madre halló que en el casco viven una paloma y sus polluelos. No quisimos hacerles daño.

El otro príncipe no podía creer lo que escuchaba y pidió a uno de sus hombres que comprobara si la historia era cierta.

—Pues sí. Dentro del casco hay tres palomas muy pequeñas con su madre. Se me hace que apenas rompieron el cascarón —confirmó el enviado.

Entonces el príncipe le tendió la mano a su enemigo.

—Hagamos la paz para siempre. Le propuso. Tu madre no quiso destruir el nido de la paloma y sus polluelos ¿cómo podemos querer tú y yo destruir los hogares de miles de personas?

Desde aquel día, los dos reinos fueron amigos y la paloma se convirtió en símbolo de la paz.

(Leyenda de Bakú, Azerbaiyán)