Yo soy el don de la FORTALEZA, desde siempre estoy presente en el plan de Salvación de Dios para la humanidad, cada vez que sientes que tus energías juveniles se debilitan, allí estoy para levantarte y darte ánimo para salir adelante.
Cada vez que la fe se ve cuestionada por los hombres, yo estoy atento para que la verdad que es JESUCRISTO, siempre ilumine el camino de los creyentes.
Tengan fe en Dios, él es nuestra roca, nuestra verdadera fortaleza, nuestro libertador. Dios mío, mi muro, mi refugio, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte (Sal.18, 2).
No dejes nunca de confiar en el Señor con todo tu corazón y no dejes de poner tu confianza en Dios, en Él está la fuerza para que las incomprensiones, las dudas se disipen con la fuerza de Dios. Estoy cierto que tu fortaleza esta en Jesús, por eso me has llamado en el hoy de tu historia. Tu confianza es sinónimo de fuerza, en ti habitan tantas fuerzas nuevas, capaces de transformar lo que estaba muerto en algo viviente.
Que la fuerza del Espíritu de Dios impulse tu vida de joven, sobre todo en este Pentecostés, en el cual, la efusión de todos los dones abre nuevas ventanas para tu crecimiento en la fe.
Quiero invitarte a ser fuerte en los momentos de debilidad, quiero suscitar en tu interior fuerzas espirituales que transformen las divisiones en unidad, las diferencias en caminos de fraternidad. Tus talentos esta noche son la fuerza y la fortaleza que sostiene al mundo, tus anhelos y proyectos de futuro. No te desanimes frente a las tormentas del mundo, yo estoy junto a ti, para que después del temporal creemos junto un nuevo amanecer.
Les invito para que en un momento de oración puedas orar con uno de tus compañeros que se encuentran a tu lado, en primer lugar, manifestando en qué necesitan que el Espíritu Santo Los fortalezca y luego cada uno ora por el otro para que el Espíritu les otorgue ese don.
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