Jn 18, 33b-37
“Mi realeza no es de aquí”. Así responde Jesús a Pilato. Su manera de ser rey es la del servicio. Servir es reinar para Jesús. Servir y amar. Un rey con corona, pero una corona muy especial, que brilla más que el oro, porque su corona son los pobres. Ellos son los protagonistas de su reinado.
Un rey con corona, que nos muestra con su cabeza dónde están sus preferidos y por dónde van las cosas del Reino. Escuchemos la voz de nuestro rey. Él nos conducirá a la Verdad. Verdad que nuestro mundo quiere ocultar y disfrazar, pero no es posible, porque la corona brilla en tantos pobres que nos rodean.
Celebramos este domingo a nuestros hermanos “sin”. En esta ocasión las personas sin hogar. Ahí está parte de la corona de Jesús.
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