Luz en la oscuridad

En la vida es normal que tengamos temporadas en las que parece que todo se nos viene encima. Quizá por una enfermedad, un problema personal o familiar, dificultades en el trabajo, la muerte de un ser querido... También puede ser una crisis de fe o de sentido que me hace dudar de lo que vivo, de las opciones que he tomado en mi vida, que me hace preguntarme por el sentido de lo que hago...
Todo mi mundo empieza a girar alrededor de ello y parece que la tristeza y la desesperanza se adueñan de mí. 
Encontrar al Resucitado es encontrar la esperanza en medio de todo ello.
Confiar que eso, aunque es importante, no tiene la última palabra en mi vida. Que la luz volverá y que volveré a sentirme 
acompañado. Empezar a preguntarme si no me habré olvidado de buscar a Jesús donde realmente 
está. 

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