Asomarse a la vida de los demás para, simplemente decir "hola" significa que esas personas nos importan, que no son indiferentes para nosotros.
Decir "hola" es decir " aquí estoy, me intereso por ti, me importa tu presencia, te veo..."
Dar valor a la vida de los otros es dar valor a nuestra propia vida y acariciar cada uno de los momentos en los que Dios nos presenta oportunidades para seguir amándole desde lo que somos.
Cuando miramos a los demás con un corazón noble, el otro encuentra un espacio de consuelo y amistad donde poder reclinarse y apoyarse.
Cuando callamos y pasamos indiferentes ante los otros les estamos diciendo "no me importas en absoluto, sigue con tu vida y déjame vivir la mía".
Dí siempre "hola" a quien se cruce en tu camino, especialmente a aquellos que viven contigo, porque con esa palabra estarás diciendo "bienvenido a mi vida, eres importante y me intereso por ti".
Hola a todos.
Encar
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