Las caídas de nuestra vida suelen llevarnos a la desesperación y tristeza.
Cuando luchamos por algo y no conseguimos alcanzarlo la frustración puede aparecer en nuestra vida impidiéndonos volver a proponernos una meta concreta.
Reírse de las caídas no es fácil, necesitamos mucha fuerza y coraje para levantarnos y volver a empezar, pero "no es imposible mirar esas caídas como parte integrante y natural de cualquier ser humano".
Es mejor dar importancia a "levantarse" que a la "caída" porque si nos centramos en lo último no tendremos perspectiva suficiente para ver "por qué" hemos caído y, por tanto, no podremos poner remedio para la próxima vez.
Si caes... levántate, desde arriba comprobarás que nada es imposible cuando se quiere alcanzar una meta.
¡Ríete de tus caídas!
Encar
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