Salir del cascarón

¡Cuantas veces vamos por la vida sin querer salir del cascarón!
Vivir en el cascarón significa no estar dispuestos a correr el riesgo increíble de "crecer", aferrarnos a nuestra infancia, seguir siendo bebés de la vida que no se arriesgan por nada ni por nadie.
Es necesario... no... mejor dicho, es obligatorio, dejar atrás las cosas de niños y enfrentarnos a la vida con valentía, con la seguridad de que en nada de lo que hacemos estamos solos.
Las paredes del cascarón son finas y débiles pero nosotros las robustecemos cada vez que nos acurrucamos en su interior sin querer salir.
¡Rompamos los muros que nos oprimen! ¡Apostemos por la libertad de enfrentarnos a la vida! ¡Hagamos de nuestra existencia un recorrido de paz y amor en el que Dios sea lo prioritario! ¡No nos instalemos en el error de no querer crecer!

Encar

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