El 6 de mayo, las hermanas Agustinas Misioneras, celebran el aniversario de su fundación. Los inicios siempre son difíciles: mucha entrega y sacrificio, muchos esfuerzo y mucha alegría. Los ideales siempre son limpios, muy generosos. Las primeras mujeres que emprendieron esta aventura fueron personas llenas de ilusión, de mucha esperanza. Muy entregadas a las niñas y niños más necesitados y sobre todo, mucho amor a Dios.
Los deseos de salir a evangelizar desde el principio fue una inquietud para ellas.
Hoy, después de aquellos sueños nos han dejado un legado muy importante: las Agustinas Misioneras se han extendido por todo el mundo, y desde la espiritualidad de San Agustín han queridos transmitir un mensaje de unidad, fraternidad y servicio para todo el mundo y transmitirlo principalmente por medio del campo de la educación y la misión.
Ante todos vosotros hemos de saber elogiar el esfuerzo de tantas y tantas hermanas que han entregado su vida y siguen entregándola a Dios en la misiones y en la educación.
Dar gracias a Dios por sus vidas, por sus testimonios de entrega, por su dedicación plena a dar a conocer el mensaje de Jesús a través de la forma de vida de San Agustín.
A ellas gracias por todo su empeño, su ilusión, su testimonio, en algunos casos hasta dar la vida por Cristo en tierras difíciles, como en Argelia.
Que el día de hoy sea una acción de gracias a Dios por cada una de sus vidas. Pidámosle al Señor de la vida que nos ayude a todos a descubrir el silencio en nuestro corazón, descubramos lo que Dios quiere de nosotros.
Hoy, más que nunca, se necesitan misioneros y misioneras. Posiblemente seas tú uno de esos jóvenes que haciendo silencio en el interior, Dios esté pronunciando tu nombre para seguirle desde la vida sacerdotal o desde la vida religiosa como agustino o agustina misionera. Haz la prueba, arriesga y lánzate.
Hoy, más que nunca, se necesitan misioneros y misioneras. Posiblemente seas tú uno de esos jóvenes que haciendo silencio en el interior, Dios esté pronunciando tu nombre para seguirle desde la vida sacerdotal o desde la vida religiosa como agustino o agustina misionera. Haz la prueba, arriesga y lánzate.
Que tengáis buen día y todos juntos, durante estos días seamos más sensibles a lo que Dios quiere de nosotros.
Agustinas Misioneras, Hermanas, felicidades y seguid anunciando el evangelio desde el carisma agustiniano de la unidad, fraternidad y el servicio.
Agustinas Misioneras, Hermanas, felicidades y seguid anunciando el evangelio desde el carisma agustiniano de la unidad, fraternidad y el servicio.
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