se nos muestra en su esencia como la mujer fuerte,
serena ante el dolor y el fracaso, siempre de pie con una fe entrañable en la humanidad.
María es la mujer de esperanza ante la vida, con una total entrega y disponibilidad,
para acompañar y estar cerca al que sufre y es marginado.
María es la mujer que supo estar y acompañar a las mujeres que siguieron a Jesús.
María encinta es la mujer atenta a los quejidos de una humanidad con dolores de parto.
María es la mujer silenciosa y de contemplación,
intuitiva para descubrir lo que el otro necesita,
atenta como en las “Bodas de Caná”; le decía a su hijo: ¡no tienen vino!
Acompaña, María, la esperanza de los desesperanzados.
Encar_AM
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