Fíjate un poco en esas situaciones en las que nos cuesta perdonar.
¿Quién pierde más?
No podemos ir por la vida con kilos y kilos de rencor.
El rencor nos paraliza
El rencor nos hace ver enemigos por todas las esquinas
El rencor nos convierte en peligrosos solitarios.
Miremos a María ¿Cómo reaccionó ante la muerte injusta de su Hijo?
Con amor, con delicadeza, con solidaridad, con fe, con entereza
Nada se nos dice sobre una Virgen disconforme con Dios.
Bajemos a la tierra de nuestras almas
y escojamos la flor del PERDON para llevarla a María.
¿Tienes algo contra alguien? ¿Quién necesita de tu perdón?
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