“Entonces Herodes al verse burlado por los magos, se enfureció y mando matar a todos los niños menores de dos años en Belén y sus alrededores”. Mateo 2:16.
Es el cuarto día de Navidad y hoy celebremos un día de niños. De unos niños que fueron juzgados como una amenaza para Herodes. Es un suceso horripilante que Mateo nos informa. Desgarra nuestros corazones y deja en nosotros mucha tristeza.
Es una matanza de inocentes que no tenían nada que ver con las luchas por el poder existentes, y que tampoco tenían planes: simplemente les toco vivir en el lugar equivocado y en el tiempo equivocado. Es un relato horroroso que por desgracia, se repite de una u otra forma en todas las epocas y generaciones.
También en las ultimas décadas, ha habido matanza de inocentes. También hoy hay Herodes, cortados por el mismo patrón, alimentados por los mismos temores y prejuicios.
Los Reyes Magos no volvieron con Herodes a informarle sobre el Niño y esto le provoco una rabia furiosa y puso en marcha la carnicería con la que pretendía salvaguardarse de un Niño.
Duele, y mucho, el crimen del aborto: un asesinato que acaba con la vida de un inocente que ni siquiera puede defenderse, ya que sus gritos de dolor no pueden ser escuchados. Hay niños y también muchos, que mueren de hambre, no obstante que en la mesa de la creación hay pan para todos. Hay niños que son lastimados en su inocencia, ya que hay nuevos Herodes que les arrebatan uno de los valores mas grandes de su interior, al ser acosados y lastimados sexualmente.
La sangre de los inocentes continua empapando la historia actual de todo el mundo. La Navidad es, sin embargo, la promesa de que la vida vencerá a la muerte.
Del Salmo 123: Nuestra vida escapo como un pájaro de la trampa de los cazadores.
Textos Bíblicos: 1 Juan 1:5-2:2 | Mateo 2:13-18
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