"Me quiere, no me quiere, me quiere..."

El azar no marca los "amores" de nuestra vida, las personas llegan a nosotros de infinitas maneras, la mayoría de ellas sin proponérnoslo.
Algunas pasan a nuestro lado sin que nos alteremos, otras llegan con fuerza traspasando nuestro interior y llegando a eso que llamamos "corazón".
A veces pretendemos "jugar" con el destino forzando situaciones que no son propias del amor, porque el amor nunca se puede forzar, es algo que surge espontáneamente.
Es posible que, cuando queremos a alguien, nos cuestionemos sobre si esa persona "nos quiere o no nos quiere"... La vida va dando esa respuesta con miles de momentos que surgen en los que esos pétalos nos hablan abiertamente susurrándonos al oído:"te quiero".
Cuando alguien me escucha, me "aguanta", me habla con franqueza, me confía su interior, cuenta conmigo, se fía de mi, me alienta para no caer, me ayuda a levantarme, me valora, me recuerda... la margarita me dice pétalo a pétalo "me quiere, me quiere, me quiere..."
Si llenáramos el mundo de "margaritas de amor verdadero" es claro que... sería un lugar mejor.
Te quiero, te quiero, te quiero...

Encar

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