2º Semana... confiados

-Cada país tiene sus montañas sagradas. Ya Moisés, en el Monte Sinaí, había tenido la revelación de Dios en una zarza ardiente y un poco más tarde, durante el Éxodo, recibió allí mismo las Tablas de la Ley. Jesús también subió a una montaña. La montaña es un lugar simbólico en la Biblia: nos acerca al cielo, y acerca sobre todo el corazón del hombre al corazón de Dios.

¡Llévame a la montaña!
Llévame lejos, más alto, 
más cerca de la luz.

Llévame a contemplar el mundo, 
a llenar mis ojos de maravillas, 
a ver todo lo que nos rodea 
un poco más allá.

Llévame a respirar 
aire puro, 
a sentir cómo el viento fresco 
me invade completamente.

Llévame allí donde 
el cielo casi toca la tierra, 
allí donde Dios 
habla al corazón del hombre, 
allí donde el hombre se extasía 
ante tanta hermosura 
creada por Dios.



No hay comentarios:

Publicar un comentario