Amor loco de Dios que se ha hecho debilidad
para liberarnos de nuestra debilidad.
La Palabra se ha convertido en un llanto de niño
que resuena en el silencio de nuestra noche
- noche del hombre, amasada de pecado y de impotencia,
de deseo y de anhelo infinito...
Amor loco de Dios que se hace ternura por nosotros.
La potencia de Dios acontece en un pequeño, vestido de desnudez,
habitado de llantos.
Estas en tu casa y los tuyos no te hemos acogido.
Nosotros, que somos forasteros, te hemos tratado a ti como un extranjero.
el universo es tu palacio y nosotros te hemos vallado la puerta del corazón.
Fuerza mi puerta - si todavía esta cerrada -, abre los cerrojos!
Entra y cena conmigo, ya que tú eres el Amor.
Velaré por ti con la mesa puesta y el hogar encendido,
cantando canciones de humanidad salvada.
Que así sea!
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