Investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) han demostrado que las personas que trabajan en profesiones que exigen más creatividad son también las que con más frecuencia reciben tratamientos de salud mental.
El estudio, publicado en la revista Journal of Psychiatric Research, afirma que existe una conexión especialmente evidente entre ser escritor y padecer esquizofrenia. Además, los bailarines, los fotógrafos y también los investigadores científicos son más propensos a padecer trastorno bipolar, una enfermedad mental grave que se caracteriza por cambios drásticos en el estado de ánimo, pasando cíclicamente de momentos de euforia a estados depresivos. A esto se suma que, en general, las personas con trabajos que exigen dosis extra de creatividad son más propensas a sufrir ansiedad y depresión. Y que entre los genios, ya sea de la rama artística o científica, se cometen un 50% más de suicidios que en la población general.
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