¿Qué guardaba María en su corazón?


- María guardaba en su corazón las Escrituras. Por eso esperaba al Mesías prometido. Guardaba aquel saludo del ángel: “¡Alégrate llena de gracia! El Señor está contigo”. Guardaba el asombro de ser escogida para tan alta misión y el SI dado sin mucho entender pero confiando en la acción de Dios (cf. Lc 1, 28-38).

- María guardaba en su corazón el saludo de Isabel: “Bendita eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre. ¿Cómo puedo merecer que la madre de mi Señor venga a visitarme? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada por haber creído pues se cumplirá lo que el Señor ha prometido” (Lc 1,42-45).  El cántico que brota de sus labios es la expresión más profunda de su fe . 

- María guardaba en el corazón aquella noche en que vio a su hijo, el Hijo el Altísimo, nacer a la intemperie… También guardaba todo el misterio que envolvía aquella noche: algo diferente había en el aire; los pastores acuden y relatan la forma tan maravillosa en que los ángeles les anuncian acerca del niño… (cf. Lc 2,8-18).

- María guardaba y meditaba en su corazón aquellas palabras del viejo Simeón. “Este niño va a ser causa de caída y elevación para muchos en Israel. Será una señal de contradicción. En cuanto a ti, una espada te atravesará el alma…” (cf. Lc 2, 34-35).

- María guardaba en el corazón lo que sus ojos veían: su hijo crecía lleno de sabiduría. El susto de no encontrarlo en la caravana; el asombro de encontrarlo discutiendo con los doctores…

- María guardaba en el corazón las palabras desconcertantes y aparentemente sin sentido en las bodas de Caná: “Mujer, ¿quién te mete a ti en esto? Mi hora todavía no ha llegado” (cf. Jn 2,4).

- María guardaba en el corazón las apreciaciones contradictorias respecto a su Hijo: ““...es un profeta...”; “…es un loco...”; “…es un endemoniado...”; “...es el Mesías...”; ... es…

- María guardaba en el corazón las escenas dolorosas de todo el proceso de juicio y condena de su Hijo. El camino del Calvario… la crucifixión…la muerte….la sepultura…también la noticia de la RESURRECCIÓN! Guardaba las palabras de su hijo en la cruz: “ Mujer, aquí tienes a tu hijo” (cf Jo 19,26). Y María se hizo madre de la Iglesia que está por nacer! 

“...María conservaba y meditaba todas esas cosas en su corazón”

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