Os traigo la luz


Os traigo la luz, para que brille en la oscura tiniebla y mi vida, ahora eterna,
para que vuestra muerte ya no sea un para siempre.
¿Aún me preguntáis qué os traigo?
Mi cuerpo lacerado, pero victorioso por el Creador
Mis manos taladradas, pero abiertas para abrazaros
Mis pies atravesados, pero dispuestos a acompañaros
¿Y todavía me preguntáis que qué os traigo?
Os traigo el secreto para ser fuertes: la fe
Deposito ante vosotros la posibilidad de ser libres
el esfuerzo de quien sabe que hay un Alguien después
la seguridad de que, tras el velo del Viernes Santo,
mi Padre os aguarda a los que esperáis y creéis en El
¿QUÉ NOS TRAES, SEÑOR,
EN ESTA MAÑANA DE PASCUA?
Os avanzo una gran noticia: la muerte, con la mía
ha sido aniquilada y vencida.
Cuando un día caigáis en sueño profundo
comprenderéis el fruto de este amanecer pascual:
seréis eternos, como mi Padre es eterno,
estaréis convocados a una fiesta sin final
donde, vuestros ojos, se asombrarán
ante la belleza del rostro de Aquel que os creó
¿Todavía me preguntáis qué os traigo?
Frente a un mundo pequeño,
os regalo un Reino inmenso
Frente al llanto del suelo, os garantizo la dicha eterna
Frente a la cruz pesada, os anuncio el consuelo divino
Frente al absurdo de la muerte, la vida conquistada
Y, junto con todo esto, os traigo un ruego
¡CREED EN DIOS! ¡ESPERAD EN DIOS!
Que El, como a mí, os dará vida plena y resucitada

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