El primer monasterio contemplativo de China desde los tiempos del nacimiento de la República popular (1949) fue inaugurado recientemente y bendecido en manera oficial en Lintou, en la provincia de Shanxi. El monasterio «Jardín de san Agustín» fue inaugurado por monseñor Paolo Meng Qinglu, de la diócesis de Taiyuan, y por monseñor Wu Jinwei de Yuncheng. Junto a ellos, unos 50 sacerdotes celebraron la misa en el patio del edificio. Había unas 1.700 personas, que se reunieron para la ocasión, con 4 bandas musicales.
(Aica) Detrás de todo, señala la agencia AsiaNews, está el compromiso de la hermana María Niu Shufen, quien expresó: «El monasterio no es fruto de mi trabajo, sino fruto del trabajo de Dios, Él se ocupa de todo, desde las cosas más pequeñas hasta de las más grandes».
El acontecimiento fue considerado de «gran importancia», y un motivo de gran celebración. Al menos de ocho diócesis llegaron representantes para unirse en la celebración de la Eucaristía. También estuvieron presentes el director local de la Administración estatal para los Asuntos religiosos y el secretario local del partido. Ambos se congratularon con la comunidad contemplativa por el resultado logrado.
El obispo de la diócesis, Mons. Giovanni Battista Wang Jis, de 90 años, no pudo participar a causa de su inestable salud, pero recibió con alegría y transmitió a la comunidad la bendición apostólica del papa Francisco y bendijo a todos los presentes en la celebración.
Apoyo del Cultural Exchange with China
La construcción del monasterio, con elementos de arquitectura moderna, fue hecha posible gracias al apoyo del Cultural Exchange with China, una Organización caritativa británica que tiene como finalidad específica construir puentes entre las Iglesias católicas de China y Gran Bretaña.
La hermana Niu quiso subrayar que recibió siempre gran apoyo en su deseo de abrir el monasterio por parte de monseñor Wang. El prelado pasó 20 años de su vida sacerdotal en prisión, de los cuales 10 en aislamiento, tiene una gran comprensión y amor por la vida contemplativa.
La pequeña comunidad está compuesta por ahora por 3 religiosas: las hermans Niu, Shi Kemin y Wang Li. Éstas fueron definidas «generosas en el espíritu», porque respondieron a la llamada de Dios en una forma que en el mundo de hoy es vista como «una vocación inusual».
El padre Eamonn O'Brien, de la Sociedad misionera de san Columbano y director del Cultural Exchange with China, expresó: «Se necesitaron 8 años para abrir este monasterio. Recuerdo cuando en este lugar había sólo tierra bajo los pies y el cielo sobre la cabeza. Quiero agradecer a todos cuántos sostuvieron esto y nos ayudaron desde el punto de vista financiero y con la oración para la construcción de este proyecto».
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