El don del Espíritu

Te bendecimos Padre, por el don del Espíritu que, por tu Hijo, haces al mundo.  
Te bendecimos por Jesucristo, lo mejor de nuestro mundo,  el hombre de Espíritu por excelencia: evangelizando a los pobres, ayudando y fortaleciendo a todos... hasta que, resucitado, comunicó a su Iglesia y a los que buscaban con sincero corazón, ese mismo Espíritu...

Que el mismo Espíritu nos dé fuerzas para luchar por la verdad, la justicia y el amor; luz para comprender a todos, ayuda para servir, generosidad para amar, paciencia para esperar.

Padre, que tu Espíritu de amor nos traiga la unidad a nuestra Iglesia.  
Haznos sensibles a la acción del Espíritu en el mundo y en la historia de los hombres.

Ayúdanos a descubrirla en la ciencia, en la cultura, en el trabajo, en la técnica, en todo aquello en que el hombre y el Espíritu preparan conjuntamente: el alumbramiento de los nuevos cielos y la nueva tierra.

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