ALÉGRATE


ALEGRATE por haber sido tocado por Dios desde el día de tu Bautismo. Eres hijo suyo y, además, en Belén te demostrará una vez más su gran amor: JESUS
ALEGRATE en medio de las contrariedades. Sonríe, aunque a veces, estés llorando por dentro.
ALEGRATE aunque la suerte no te sonría. Dios te acompaña y, tarde o temprano, te dará respuesta
ALEGRATE porque Dios sale a tu encuentro. Se hace hombre por salvarnos, para que le veamos,  para romper las distancias existentes entre la tierra y el cielo.
ALEGRATE para infundir alegría a nuestro mundo. El pesimismo no se combate con más kilos de tristeza y, por el contrario, sí con una buena dosis de alegría cristiana.
ALEGRATE aunque, aparentemente, no consigas los efectos deseados. Tampoco Dios, en Belén, se hizo sentir con mucho éxito sino todo lo contrario.
ALEGRATE en el trabajo. Que se note que eres cristiano. Que irradies la alegría de la próxima Navidad: Dios en medio de nosotros
ALEGRATE porque, como Juan Bautista, también tú puedes ser pregonero del nacimiento de Cristo, de su fuerza y de su Palabra
ALEGRATE esperando en Dios y, sobre todo, trabajando y optando por su inminente llegada: ¡El Señor está cerca!
10ª ALEGRATE y, lejos de pretender que cambien los demás, cambia un poco tú. Que el Señor, cuando llegue, encuentre por lo menos tu camino limpio y bien preparado para su nacimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario