Pasó el primer día del 2012 y... ¿algo ha cambiado? Posiblemente todo siga como hace tres días ¿me equivoco?.
La vida, los problemas, las alegrías, lo cotidiano... seguirá igual que hace dos días, pero es posible que el cambio de año nos ayude a romper moldes, a tomar nuevas iniciativas, a emprender diferentes proyectos, a ilusionarnos con algo "nuevo", a renunciar a cosas que no nos hacen bien, a "engancharnos" más a la persona de Jesús para, junto a Él vivir los 364 días que nos quedan.
Tenemos por delante 8.758 horas para dar lo mejor de nosotros mismos a quienes se crucen en nuestras vidas. ¿No es eso un gran proyecto de vida?
Que Dios nos ayude a exprimir esos 525.960 min que marcarán nuestro caminar.
¡Adelante! no miremos los relojes, tan solo ¡vivamos plenamente!
Encar
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