A veces no somos conscientes de que lo que nos rodea es fascinante. Es un regalo saber descubrir la presencia de Dios en cada una de esas cosas y situaciones. Nada sucede al azar.
Algunas cosas que nos rodean las vamos creando nosotros mismos para vivir desde lo que somos, para expresarnos, para darnos...
Muchas de ellas nos reflejan... hablan de nosotros, de nuestros ideales, forma de pensar, de ser, de actuar....
Es interesante descubrir quien vive en un lugar en función de las cosas que encontramos en su interior. Lo exterior habla de nosotros, lo interior se proyecta en la expresión pública de lo que vivimos por dentro.
Si miramos a nuestro alrededor con ojos limpios podremos respirar, escuchar, saborear, comprometernos, luchar por causas justas, vivir desde ese Amor de Dios que es objetivo central en nuestras vidas.
¡Vive a tope, mira a tu alrededor, y comparte lo que eres! ¡Tú vales mucho!
Encar
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