No te pongas máscaras que oculten lo que realmente eres.
No te escondas de nadie ni de nada, pues lo que eres es grande a los ojos de Dios.
No finjas afectos falsos que te despersonalizan y empequeñecen pues no necesitas comprar ni vender amor, pues eres amor.
No mires tras la máscara de algo que no eres, tu valor es inmenso.
Que el anonimato de un rostro camuflado no te de fuerza para hacer lo que no harías con el rostro descubierto.
Puedes engañar a los otros pero nunca podrás engañarte a ti mismo y... tras esa máscara un gran ser humano espera poder mostrarse tal cual es, con sus aciertos y errores.
La máscara no eres tú, tú no eres la máscara, tu eres... el que está detrás de ella. ¡Descúbrete!
Encar
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