San Valentín

Felicidades a todos/as. Porque todos estamos enamorados de nuestra vida. Y la amamos porque es la que tenemos 

Hoy es S. Valentín. ¿Que diría hoy si nuestro buen amigo San Valentín supiera lo que esperamos de él? ¡Vaya sorpresa, sin lugar a dudas! 

Hemos dado a este santo la tarea de que nos sirva de intercesor ante Dios para que proteja a los enamorados y para encontrar novio/a. 

¿Pero... quien fue San Valentín? La verdad es que hay muy poca cosa de él. 

Sabemos que era un sacerdote que nació en Roma a mediados del siglo III y que gozó de un gran prestigio en aquella ciudad hasta el punto que el emperador Claudio II lo invitó a su palacio para mantener una conversación y conocer de esta manera el porqué de su fama. 

Según la tradición, Valentín aprovechó aquella ocasión para hacer "propaganda" de la religión cristiana y convencer al emperador para que siguiera los pasos de Jesús. 

Aunque en un principio Claudio II se sintió atraído por aquella religión que los mismos romanos perseguían, los soldados y el propio Gobernador de Roma, Calpurnio, le obligaron a desistir y organizaron una campaña en contra de nuestro santo. 

Claudio no tuvo más remedio que dar marcha atrás y mandó a Calpurnio que lo procesara. Pero aquella misión la llevaría a cabo el lugarteniente del gobernador, Asterius. Cuando fue llevado ante él, éste se mofó de la religión cristiana y puso a prueba a Valentín. Bajo un tono de burla, le preguntó si sería capaz de devolver la vista a una hija suya que era ciega de nacimiento. Valentín aceptó y en nombre del Señor obró el prodigio. 

Asterius y toda su familia se convirtieron al cristianismo, pero Valentín no se salvó del martirio, ya que temiendo una rebelión del ejército romano y de los paganos, el emperador lo mandó ejecutar. Era el año 270.

Ésta es la historia narrada en las actas de los mártires del siglo III. 

Yo pediría a este santo que nos ayude a buscar la felicidad que nace del corazón limpio, del amor sincero, de la vida ofrecida por amor.