Solo un abrazo


A veces llegan esos tiempos en la vida, o hasta en un mismo día donde no buscamos palabras. Ni mías, ni tuyas.
Sólo queremos un abrazo que nos descanse, que nos devuelva la esperanza que dejamos en algún rincón.
Que nos diga que todo será para el Bien, que sea tan firme que nos traiga seguridad.
Un abrazo que nos renueve en la confianza, que nos infle en la Fe.
Que nos haga desacelerar la marcha para disfrutar más del Camino.
Uno donde dos corazones se fundan en un sólo latido y tomen fuerza para continuar.
De esos que acunan sueños y levantan la mirada, de esos que recogen lágrimas para regar nuevas oportunidades.
Abrazo que recuerde una canción o escriban una nueva.
Que despierte la sonrisa y haga cosquillas al alma.
Simplemente un abrazo que te envuelva y te haga sentirte amado.
El hombre más grande toda la historia de la humanidad, dió Su vida quedando con los brazos abiertos.
Y siguen aún abiertos, y seguirán.
Sus brazos, nos esperan.
Nos esperan, porque nos ama.
Luz Huríe

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