No nos damos cuenta de la importancia del tiempo hasta que no pasan los años y miramos atrás queriendo agarrarlo para vivir lo que anteriormente no hemos vivido.
El tiempo es un tesoro discreto que, en silencio, permanece con nosotros todos los días de nuestra vida sin apenas darnos cuenta de su presencia.
¡Qué importante saber vivir aprovechando cada minuto, cada momento, intentando exprimir esas oportunidades que Dios nos ofrece para "ser y hacer"!
No sé si el tiempo se acaba con la muerte, pero lo que sí se es que "no aprovechar el tiempo es morir cada día un poco más sin haber experimentado el amor de Dios puesto es cada uno de los minutos de nuestro reloj".
Por eso, no quiero que el tiempo me agobie, no quiero que el tiempo "me viva a mí", quiero ser yo la que viva ese tiempo dando gracias a Dios por cada una de las experiencias vividas.
Encar
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