MasLibres.org ha puesto en marcha una nueva campaña para salvar la vida de Asia Bibi y de Youcef Nadarkhani y para exigir el fin del exterminio de millones de cristianos en todo el mundo. ambos se han convertido en el símbolo de los nuevos mártires, cristianos que, como ellos, son perseguidos, torturados y asesinados en todo el mundo.
(HO) Asia Bibi es católica, madre de cinco hijos, y está condenada a muerte con falsas pruebas por un no menos falso delito de blasfemia contra Mahoma. Se encuentra enferma y permanece en la celda de una prisión paquistaní desde junio de 2010. Mantiene un admirable estado de ánimo, se niega a renegar de su fe a cambio de salvar la vida y dice que ha perdonado a sus verdugos.
Youcef Nadarkhani es un pastor evangélico iraní de 34 años, padre de dos hijos, que fue detenido por defender el derecho de éstos a no aprender islamismo en la escuela. Está encarcelado a la espera de la ejecución desde el 2009. Para que abandone su fe, los carceleros le han administrado productos químicos, le mantienen aislado, han amenazado a su mujer hasta que al final la han encarcelado y condenado a cadena perpetua. Y también le amenazan con quitarle a sus hijos y entregarlos a una familia musulmana.
Los casos de Asia y Youcef no son los únicos. Cada cinco minutos, un cristiano muere por causa de su fe. Cada año, 105.000 mártires asesinados. Doscientos millones de cristianos están siendo perseguidos en todo el mundo.
Desde MasLibres.org lanzan una nueva campaña para defender la libertad religiosa y para intentar salvar las vidas de Asia y Youcef. Para ello, le pedimos al Gobierno de nuestro país que tome cartas en el asunto y se movilice con urgencia.
La organización reclama del gobierno español, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, dos medidas concretas:
1. La tramitación de una nota de protesta diplomática a Irán y Pakistán por la situación en la que se encuentran estas dos personas.
2. Que el Congreso de los Diputados apruebe una declaración institucional de apoyo a Asia y Youcef.
MasLibres.org asegura que no es cierto que los intereses internacionales de una nación estén por encima del respeto a los derechos humanos y a las libertades individuales: "Pide al Gobierno que nuestro país anteponga la defensa de la libertad religiosa a cualquier otra consideración".
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