La letra pequeña es la que nunca leemos porque nos resulta incómodo, aburrido, pesado... sin embargo todo el mundo dice que "debemos leerla antes de firmar nada".
El Evangelio está repleto de letra pequeña que nos aclara y da luces sobre su contenido. Con frecuencia nos quedamos con la idea general de un pasaje sin pormenorizar en todos los renglones del texto.
Sin embargo, cuando nos detenemos en unas líneas descubrimos mucha más profundidad de lo que en un principio vimos.
Es importante detenernos, saborear cada una de las frases del Evangelio porque en ellas descubrimos mensajes renovadores, alentadores y sanadores.
El Evangelio está repleto de letras pequeñas que se agrandan en el corazón humano.
Encar
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