Vamos a seguir intentando aplicar a nuestra vida lo que María vivió. Si el Evangelio no nos dice nada a nosotros, no tendría sentido seguir diciendo que es palabra de Dios dirigida a cada uno de nosotros.
“HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR” es una de las frases más representativas de María. A todos nos cuesta mucho no poner condiciones, ofrecernos desinteresadamente a los demás para lo que sea. Por ejemplo, en un trabajo de grupo o en el colegio o en casa cuando vemos que hace falta algo… Más bien, tendemos a escurrir el bulto o al menos a dejar claro desde el principio que a cambio tenemos que sacar algo. María siempre ha sido para los creyentes ejemplo de todo lo contrario. Se fía y no pone condiciones. Se fió de Dios. Y eso es muy difícil.
¿Recuerdas alguna vez que te has fiado de alguien y luego te la ha jugado por detrás o se ha aprovechado de ti? ¿Te han dicho alguna vez eso de “hay que ser bueno pero no tonto”? ¿Lo has dicho tú? ¿Crees que es posible fiarse tanto de alguien que llegues a entregar tu vida de una manera tan desinteresada como María, aunque te arriesgues a que algunos te llamen tonto?
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