En la catedral de Tarragona está la Virgen de la Sonrisa. Es una talla pequeñita de unos 90 cm, en la que María está sentada dando el pecho al niño Jesús. Popularmente se conoce como la Virgen de la Sonrisa porque la gente que ha rezado ante ella ha resaltado especialmente este rasgo: su sonrisa. No obstante, para darse cuenta, hay que estar cerca y mirar bien. Hoy oramos con ella para pedir a Dios esta capacidad de sonreír.
Pero hay otra razón para recordarla. Ante esta Virgen se reunieron el 15 de agosto de 1851, las 4 primeras religiosas de una Congregación para prometer ante esta imagen sonriente que querían seguir juntas y hablar de Jesús por todo el mundo, cruzando los mares si era necesario.
Ojalá también nosotros sigamos su ejemplo cuando estemos ante decisiones importantes de nuestra vida o cuando vivamos situaciones especiales. Ojalá nos pongamos delante de María y su sonrisa tranquila, que nos anima a seguir adelante.
ORACIÓN
ACUÉRDATE, VIRGEN MARÍA, QUE JAMÁS SE HA OÍDO DECIR QUE NINGUNO DE LOS QUE HAN ACUDIDO A TI PIDIENDO TU AYUDA Y CONSUELO HAYAN QUEDADOS SOLOS O TRISTES. NOSOTROS, ANIMADOS POR ESTA CONFIANZA, ACUDIMOS A TI, MARÍA,
Y SABIENDO QUE HACEMOS MUCHAS COSAS MAL, NOS ATREVEMOS A PONERNOS A TU LADO PORQUE NO TENEMOS LA MENOR DUDA DE QUE ESCUCHARÁS NUESTRA ORACIÓN Y NOS ATENDERÁS CON TERNURA.
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