Vamos a recordar advocaciones marianas de otros países. Hoy, de Polonia. Se llama la Virgen de Czestochowa (pronunciado /chestokova/). Es la patrona de ese país, pero es fácil verla en iglesias de nuestro país. Se reconoce porque tiene una enorme cicatriz en el rostro. Aparece con el niño Jesús en brazos y ambos tienen la piel bastante oscura. Por eso también la llaman "Virgen negra". Esto se debe, como en muchas otras imágenes antiguas, al resto que, día tras día y siglo tras siglo, van dejando las velas encendidas de las personas que se acercan a rezar ante la imagen.
Las tradiciones populares sobre esta imagen son muchas. La más documentada es la que se remonta al año 1382. Durante un ataque de los Tártaros, una de las flechas cayó sobre el cuadro y quedó clavada en la garganta de María. El Príncipe polaco intentó proteger la imagen y la llevó a una pequeña iglesia de Czestochowa. Años después, en otra invasión, uno de los combatientes quiso dañar la imagen y rasgó con su espada el rostro de María. Ambas heridas, tanto la punta de flecha como la cicatriz del rostro siguen presentes en la pintura a pesar de los repetidos esfuerzos por restaurarla.
Hoy puede ser la imagen de María que nos recuerde a tantas personas que sufren en el mundo y que son atacadas injustamente por otros: guerras, violaciones, hambre, injusticias, migración, asesinatos, terrorismo… Todo ello lo ponemos en manos de María,
Nuestra Señora de Czestochowa, y le pedimos que nos ayude a sentir también el dolor del mundo para colaborar en su transformación.
ORACIÓN
ACUÉRDATE, VIRGEN MARÍA, QUE JAMÁS SE HA OÍDO DECIR QUE NINGUNO DE LOS QUE HAN ACUDIDO A TI, PIDIENDO TU AYUDA Y CONSUELO, HAYAN QUEDADOS SOLOS O TRISTES.
NOSOTROS, ANIMADOS POR ESTA CONFIANZA, ACUDIMOS A TI, MARÍA, Y SABIENDO QUE HACEMOS MUCHAS COSAS MAL,
NOS ATREVEMOS A PONERNOS A TU LADO PORQUE NO TENEMOS LA MENOR DUDA DE QUE ESCUCHARÁS NUESTRA ORACIÓN
Y NOS ATENDERÁS CON TERNURA.
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