Vamos a rezar hoy con María en otra advocación (recordad: distintas maneras de llamar a la Virgen). Esta vez, la patrona de Honduras. Su nombre es Nuestra Señora de Suyapa. Es una diminuta imagen, de 6 cm y medio, con los rasgos indígenas propios de aquella zona. La encontró un humilde labrador y un niño de ocho años que volvían a su pueblo, Suyapa, cansados de trabajar todo el día cosechando maíz. Al anochecer se acostaron sobre el suelo y Alejandro, el labrador, sintió que algo como una piedra, le impedía acomodar la espalda. A oscuras lo tomó y lo guardó en su mochila. Al amanecer, descubrió sorprendido que el misterioso objeto era una pequeña imagen de la Virgen tallada en madera de cedro. Al principio, la gente de la zona no prestó ninguna atención porque la había encontrado gente muy pobre, pero el terrateniente más poderoso de allí enfermó y llevaron la Virgen hasta su casa, donde rezaron por él. A los tres días, había sanado.
Orar hoy con nuestra Señora de Suyapa, patrona de Honduras, puede ayudarnos a pensar si a veces podemos despreciar o no tener en cuenta a algunas personas sólo porque son más pequeños, más pobres, menos importantes aparentemente. Dios siempre nos envía señales para que seamos conscientes de que nos habla por medios sencillos, humildes y pequeños. Quizá no somos capaces de percibirlo en nuestra vida porque estamos más pendientes de las apariencias, del éxito y de ser más que los demás.
Que María nos enseñe a ser como es Ella.
ORACIÓN
ACUÉRDATE, VIRGEN MARÍA, QUE JAMÁS SE HA
OÍDO DECIR QUE NINGUNO DE LOS QUE HAN ACUDIDO A TI, PIDIENDO TU AYUDA Y CONSUELO, HAYAN QUEDADOS SOLOS O TRISTES. NOSOTROS, ANIMADOS POR ESTA CONFIANZA, ACUDIMOS A TI, MARÍA, Y SABIENDO QUE HACEMOS MUCHAS COSAS MAL,
NOS ATREVEMOS A PONERNOS A TU LADO PORQUE NO TENEMOS LA MENOR DUDA
DE QUE ESCUCHARÁS NUESTRA ORACIÓN
Y NOS ATENDERÁS CON TERNURA.
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