Evangelio del día (Miércoles, 1 de agosto)


EVANGELIO: Mateo 13, 44-46
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:
- «El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra, lo vuelve a esconder, y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un comerciante en perlas finas, que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra».

CLAVES para la VIDA
- Quien se encuentra con el don del Reino, sea como tesoro o como perla de gran valor, ése puede tener la seguridad de que merece la pena el renunciar al resto, a todo, para adjudicar lo que ha encontrado. El secreto está, pues, en encontrarse con ese don, con ese regalo, porque no es otra cosa sino DON. Tener la sabiduría para descubrirlo como tal y el coraje para apostar por ello, es el secreto de la vida. Es la gran propuesta en estos relatos evangélicos. Y la clave del asunto es JESÚS mismo: él es el tesoro que realmente merece la pena; es su persona, con todo lo que propone y a lo que nos “lanza”, ese tesoro por el que merece la pena apostar todo. Sin duda alguna el texto evangélico nos está provocando a ese encuentro con Él, encuentro que puede hacer que nuestro rostro refleje esa luz.
- La propuesta es clara: apuesta por el ENCUENTRO y todo será diferente en tu vida (testimonios como Pedro, Mateo o Pablo y tantos otros, nos hablan de ello). Y aquí me encuentro yo (nosotros), tantas veces empeñado en “buscar” no se sabe ni qué, ni se sabe dónde; cuando es JESÚS y su persona la respuesta válida, la plena, la que merece la pena. ¡Qué frágiles somos para olvidarlo tan fácilmente...!

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