La hermana Mary Ann Walsh, RSM, Director of Media Relations de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, publicó en el blog de la USCCB un decálogo de recomendaciones útiles para quienes desarrollan un trabajo de evangelización digital (evangelidigitalización, podríamos decir).
Por su interés ofrezco una traducción "libre" de la originalmente publicada en lengua inglesa (The Gospel and Social Media, 05.07.2012). Si se van a usar las redes sociales en proyectos de difusión de la fe conviene saber usarlos y seguir "sus reglas".
1. Traducir las enseñanzas de la Iglesia. Si sólo se «derraman» documentos o si únicamente se enumera on line una serie de ellos, no se está difundiendo el Evangelio; simplemente se ha creado un almacén de archivo electrónico. Una lluvia de documentos puede ayudar a alguien con su tesis doctoral, pero no nos ayudará a seguir el mandato de ir y haced discípulos a todas las naciones. Hay que traducir las enseñanzas de la Iglesia en lenguaje popular. El evangelizador es un traductor.
2. Evitar el lenguaje «de iglesia». Algunas expresiones crean barreras en la comunicación. «Intrínsecamente malo», por ejemplo, puede obtener una «A» en una boleta de teología, pero puede merecer una «F» en el discurso humano. ¿Qué mensaje se lleva a casa: «el aborto es malo porque extingue la vida de un inocente» o «el aborto es intrínsecamente malo»? Uno le dice lo que realmente sucedió, el otro no. Un segundo ejemplo del lenguaje «de iglesia» es la palabra "presbiterio", que pone de relieve la distancia entre los sacerdotes y el pueblo. Hay más calor al hablar de "nuestros sacerdotes".
3. Use imágenes, como lo hizo Jesús. «El amor de Dios es un regalo de promoción, no se puede ganar, sólo tienes que aceptarlo». ¿Cómo expresaría eso? «¿El amor de Dios es infinito y tienen un valor inherente» o «Usted es más importante que los gorriones que sólo tienen que existir para que Dios les de comer?». La imagen da algo a que aferrarse, incluso si no te gustan los gusanos.
4. Comprender que los medios sociales son sociales. Es como ir a una fiesta. Usted no puede sentarse en un rincón y no conversar. Si usted desea hacer una declaración a la que nadie puede responder compre una valla publicitaria. Los medios sociales son conversación electrónica. Para participar en ella hay que que estar dispuesto a escuchar a los demás y conversar con ellos.
5. Los medios sociales a veces exigen una armadura. Su anonimato permite incivilidad en la sala de estar. Hay que llevar armadura emocional; maneje el desacuerdo, no lo tome como algo personal y aprenda de él. Los medios sociales no son para pieles finas.
6. Utilice el botón de eliminar comentarios si cruzan la línea de la decencia. A veces, por el propio bien, sólo hay que decir «hasta luego». No es necesario estar encarcelado en un sitio de redes sociales. Pero no hay que alejarse demasiado rápido.
7. Hable del catolicismo en clave de diversión. Hable acerca de los santos, como santa Teresa de Ávila, quien exasperada por pruebas de la vida, aconsejó a Dios: «Si esta es la forma en que tratas a tus amigos, ¡no es de extrañar que tengas tan pocos!». Hable de buenos sermones que ha escuchado. El catolicismo es cálido, está lleno de historias, de devociones significativas. Que lenguaje que debe ayudar para llegar al cielo no sea un infierno para los oyentes.
8. Recuerde que las reglas están cambiando. Me sentí extraño la primera vez que envió un mensaje de condolencia a través de Internet. Entonces me di cuenta de que mi amigo había anunciado la muerte de su padre en un mensaje de correo electrónico. Yo tampoco podía esperar hasta que tuviera tiempo para encontrar la papelería adecuada y enviar la nota. El Internet hace que simples gestos humanos sean más fáciles.
9. Recuerde que los mensajes web vivirán para siempre. La advertencia de no escribir nada que no quisiera ver en la primera plana del periódico es ahora más pertinente. Una foto donde se alza una cerveza parece una buena idea hasta que encuentra a alguien que está investigando en línea sobre su puesto de responsabilidad.
10. Sea corto. Los días de las frases de 75 palabras terminaron con el cardenal Newman. Frases tales como «Jesús lloró» dicen mucho. Por lo general menos es más.
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