Para quienes sois mi refugio. A quienes tenéis la maravillosa habilidad de abrir mis cerraduras más oxidadas. Para quienes oxigenáis mis pequeños ahogos y llenáis de luz mis rincones oscuros. A los/las que sois una puerta abierta a la que puedo acudir y sé que siempre encontraré vuestra presencia incondicional.
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