Los proyectos que nos proponemos a lo largo de nuestra vida son las metas que deseamos alcanzan a mayor o menor plazo.
¡Qué bueno cuando encontramos personas con las que poder compartir nuestros triunfos, y sobre todo, nuestros fracasos!
Podemos alcanzar objetivos nosotros solos y no hacer partícipe a nadie de esos logros pero la alegría se duplica cuando a nuestro lado alguien nos tiende una mano compartiendo aquello que es y ofreciéndole aquello que somos.
Hay momentos en que en el desarrollo de nuestros objetivos podemos caer, cansarnos, errar... pero si esa mano nos acompaña con seguiridad será bastón para seguir adelante.
Por eso, no nos cansemos de vivir proponiéndonos metas porque el sólo hecho de luchar por alcanzarlas nos hace más humanos y más capaces de entregarnos.
Encar
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