Hola, siento que me miras aunque no te veo. Dios no me dio ojos para poder verte pero me dio unas largas antenas que con frecuencia estiro para saber por donde voy, para no chocar y para orientarme en el camino.
Dicen que soy lento, y no andan faltos de razón, pero lo importante en la vida no es la velocidad con la que actúas sino la actuación en sí.
La sociedad nos acostumbra a mirar muy bien por donde vamos, a desconfiar de lo que vemos, a ver antes de actuar, a pensar que una cosa es lo que se ve por fuera y otra lo que es en sí.
Yo no me puedo acostumbrar a ese estilo de vida porque tan solo detecto vibraciones que me orientan en el camino que debo seguir.
Te animo hoy a detectar algunas vibraciones importantes: el amor, la solidaridad, la entrega, la generosidad, el altruismo... ¿tienes tus antenas estiradas para descubrir cuando aparecen? ¿crees que aquello que no ves en realidad no existe?
Yo me arrastro, tú caminas, yo voy lento, tú deprisa... pero la forma en la que cada uno vamos por la vida es lo de menos. Lo importante es vivir aceptando lo que los demás son y lo que eres tú mismo.
¡Buen domingo amigo mío!
Encar
www.reflejosdeluz.net
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