Un cristiano, desde el Evangelio de Jesucristo proclamado por la Iglesia, procura una sociedad mejor y, desde Dios, la va construyendo en colaboración con la sociedad civil. Para nosotros es lo humano y lo divino unido a imagen de cómo la humanidad y la divinidad están unidas en la persona de Jesucristo. Valores como honradez, generosidad, sinceridad, justicia social, dignidad humana, etc. tienen una profunda raíz en los designios de Dios para el hombre, en la llamada a la vida eterna y a la felicidad plena con Dios para toda la humanidad. Por eso, la Iglesia contribuye a crear una sociedad mejor, como signo de una nueva humanidad que Dios quiere unida y reunida.
Además, el Día de la Iglesia Diocesana nos habla a todos los creyentes de la fe común, vivida y profesada en comunidad; la Iglesia diocesana nos remite a la tradición apostólica, porque al frente de ella está nuestro obispo, sucesor de los apóstoles; la Iglesia diocesana nos ayuda a darnos cuenta de que no se puede celebrar y vivir la fe en solitario, sino que nos hace germen, como la comunidad de los hijos de Dios, del mundo querido por Dios que se hará realidad y plenitud en el reino de los Cielos.
Por eso, el Día de la Iglesia Diocesana nos hace a todos corresponsables en todos los aspectos y sentidos de la Iglesia junto a nuestros pastores: los obispos, los sacerdotes, como estrechos colaboradores suyos, los diáconos, los consagrados y todo el Pueblo de Dios. Nos hace corresponsables desde lo material y lo espiritual. Desde lo material porque son necesarias instalaciones y medios para anunciar la Palabra de Dios en la catequesis, en la celebración de la Eucaristía, en la marcha y funcionamiento de los distintos grupos que conforman la realidad parroquial. colaborar Pero también desde lo espiritual. No podemos conformarnos en dar un poco de nuestro dinero, con lo necesario que hoy es para todo y, especialmente, para el ejercicio de la caridad; también estamos llamados a colaborar con nuestro tiempo, con nuestras capacidades y dones.
Todo nos lo ha dado Dios, y a Él queremos entregárselo para que la Iglesia entera siga contribuyendo a crear una sociedad mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario