Sobre la mula y el buey del Portal de Belén


Hay que ver el revuelo tan tonto que se ha montado con las palabras del Papa en su último libro sobre la Infancia de Jesús. ¿Qué ha dicho de particular, que tanta reacción ha suscitado? Nada más y nada menos que en el Evangelio no aparecen ni la mula ni el buey en el Portal del Belén; cosa que cualquiera que tenga un mínimo de cultura religiosa lo sabe. Y si alguno quiere comprobarlo, que lea el evangelio. Un titular que he leído estos días, y que no tiene desperdicio, por su insulsez e ignorancia, decía así:”El Papa pone patas arriba el Portal de Belén”. ¡Qué falta de cultura religiosa, qué atrevimiento! ¡Cuanto más ignorantes, más atrevidos! El buey y la mula pertenecen a la tradición, inspirada en el establo (lugar donde pueden estar ambos animales.

La tradición atribuye a San Francisco de Asís la introducción del Pesebre (“Belén” o “Nacimiento” que llaman otros) entre las innumerables costumbres navideñas, cuando en la noche de Navidad de 1223, realizó un “pesebre” con la paja, hizo traer un buey y una mula, y se celebró allí la misa, ante una multitud de gente reunida de toda la región.

Por tanto, ni mula ni buey. Pero no sólo eso; tampoco “Tres Reyes Magos” llamados Melchor, Gaspar y Baltasar. Tampoco. Una y otra cosa pertenecen a la tradición popular. Muy bonita, por cierto.

En el Evangelio se habla de “unos magos venidos de oriente”. No dice que fueran tres, ni que fueran reyes, ni que se llamaran como los llamamos.

¿Hay gente que se escandaliza por estas aclaraciones? El escándalo debía darse por no conocer mejor el evangelio. Por no tener ningún interés en formarse bien. En dar importancia a cosas que son totalmente accidentales, y no afectan para nada a la fe cristiana. Eso sí que escandaliza.

Y a algunos señores periodistas que caen en la tentación del sensacionalismo, les diría que cuando tengan que hablar de algo, se informen previamente, para no quedar como incultos.

El Papa, en este caso, sabe muy bien de lo que habla, y no hay que buscar tres pies al gato (porque tiene cuatro).

Después de toda esta disquisición, yo me quedo en el Belén, con la mula y el buey y los tres reyes magos. Pero sé que es una tradición preciosa y popular, que nada tiene que ver con el Evangelio. Cada cosa en su sitio. Y la mula y el buey, en el Belén de cartón, de arcilla o de madera; pero no en Belén de Judá.

Félix González

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