Tú dices: "Yo soy la resurrección y la vida",
y todo cambia ante nuestros ojos.
En tus manos se transforma el mundo, Señor.
Nuestra tierra, escenario del odio,
se convierte en la semilla de tu Reino.
En sus surcos Tú trabajas.
Nuestra alegría, que tan pronto pasa,
se hace semilla de alegría eterna.
De su luz Tú sacarás el sol.
La muerte ya no pone término,
porque en el término Tú siembras
el comienzo.
La vida y la muerte en duro combate.
Vence la vida porque Tú estás con ella.
Y nosotros vencemos contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario