Cada nuevo día es una oportunidad para crecer, para realizar lo que el día anterior dejamos sin hacer, para dejarnos iluminar por los rayos del sol que, al fin y al cabo, son reflejos de vida que Dios nos manda cada mañana.
¿Te has parado a pensar por un momento que este día que comienza un regalo más de los muchos que Dios te envía?
¡Abre los ojos! ¡mira a tu alrededor! ¡estira tu cuerpo y ensancha tu corazón!... porque este día no volverá ya nunca y son muchas las oportunidades que tienes de aprovecharlo al máximo dando lo mejor de ti mismo.
¡Déjate empapar por la luz! no te quedes en las sombras del ayer y renace cada día... porque...
La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte, o el más ligero, porque tarde o temprano, el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo. – (Napoleon Hill)
Encar_AM
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